Lo que debes saber si quieres emprender un negocio.

Lo que debes saber si quieres emprender un negocio.

Lo que debes saber si quieres emprender.

Emprender un negocio por tu cuenta es un reto que no todos podemos lograr. El riesgo de fracasar es común y aparece en todas las historias personales de grandes empresarios, quienes, por lo regular, fracasan en 8 intentos antes de lograr un negocio verdaderamente rentable.

Esto no debe desmotivarte, lo que absolutamente todos estos empresarios exitosos te dicen es que les hizo falta conocer algunos aspectos que forman parte del aprendizaje en emprendimiento que pocas veces está al alcance de los emprendedores, mucho menos cuando más lo necesitan: al inicio.

¿Una franquicia es una buena recomendación?

Parecería que no hay fórmulas para cristalizar negocios seguros de inmediato, pero la verdad es que las franquicias son un modelo probado, por esa razón se venden a precios que por lo regular salen de la realidad a cambio de lo que ofrecen, en consecuencia, muchos emprendedores inician negocios imitando alguna franquicia sin considerar aquellos factores que son los que dan éxito al negocio.

En conclusión, una franquicia es una buena idea para emprender, sobre todo porque la fórmula del éxito del negocio está casi siempre probada, la desventaja es el costo que representa y el retorno de inversión, no siempre se obtiene en un tiempo razonable. Por esta razón yo no recomendaría que invirtieras tu tiempo y dinero en una franquicia sin antes probar que tú tienes el potencial para desarrollar un modelo de negocio similar, asegurándote de que tus productos o servicios alcancen un elevado nivel de calidad, que es el sello que todas las franquicias poseen: misma calidad, presentación y servicio, en cualquier lugar donde te encuentres.

Tengo una herramienta que puede ayudarte a configurar tu negocio exitosamente.

El espectro comercial:

Seguramente te han invitado a echar un ojo al mercado de franquicias. Los gobiernos de los países están interesados en que inviertas tu dinero en emprendimientos porque generan riqueza a todos los que las rodean y cuentan con un sistema que está completamente alineado a los requisitos fiscales. A gobierno le interesan los negocios estables, que constantemente le proporcionen ingresos por impuestos, de ahí que todos los gobiernos del mundo promuevan las franquicias como negocios rentables.

Aún así, en casi todos los países del mundo, las microempresas y los pequeños negocios alineados o no alineados fiscalmente, llegan a generar gran parte del producto interno bruto de la nación.

Comercialmente encontrarás miles de propuestas para establecer franquicias, sucursales o negocios compartidos, muchos de ellos de dudosa reputación o que definitivamente no se acomodarán a lo que tú quieres dedicarte.

Pregúntate:

  • ¿Te consideras capaz de iniciar un negocio propio?
  • ¿Tienes los conocimientos necesarios para aventurarte en la administración de un negocio?
  • ¿Cuentas con las habilidades necesarias para levantar el negocio que estás queriendo instalar?
  • Pero, sobre todo, ¿Tienes una idea clara de lo que quieres emprender?

Lo que todo mundo te dice…

A todos nos gustaría que alguien nos dijera qué negocio emprender con la seguridad de que tendremos éxito. Esto no es posible porque hay muchas variables que influyen para que un extraordinario negocio pueda fracasar estando bajo tu administración.

No creas todo lo que te digan, porque, de hecho, muchas personas te dirán que el negocio que te proponen es el mejor del mundo, que obtendrás millones a cambio de casi nada. Estas ofertas también las recibes en tu correo electrónico como SPAM. Ignóralas, no son reales.

Es fácil que caigas en la tentación de invertir tus recursos en un negocio que en la realidad nunca despegará o se tardarán los resultados en obtenerse mucho más tiempo del que te prometieron. La magia no existe en materia de negocios. Todo negocio representa un esfuerzo que a veces nos puede superar.

La propuesta.

Si tú crearas tu propio negocio de acuerdo a tus habilidades, conocimientos, gusto, talentos y recursos económicos, ¿lo instalarías?

Yo estoy seguro que sí, a pesar de todo, debo decirte que necesitarás al menos alguna orientación básica en materia administrativa y comercial, de otra forma podrás destruir tu buena idea y hacerla fracasar cuando está comenzando a tener éxito.

Esto sucede a menudo con muchísimos empresarios que inician un negocio. Comienzan a tener éxito y se dejan llevar por sus propias emociones, adquieren un nuevo automóvil, cambian de casa, tomar compromisos a los que luego no podrán responder y terminan de la peor manera, arruinando un buen negocio y perdiéndolo todo.

Ellos, al igual que tú, necesitas una formación mínima que te presente los riesgos de hacer algo equivocado que pueda comprometer la seguridad y estabilidad que estás comenzando a lograr.

El tiempo, un aliado que puede convertirse en verdugo.

Por otra parte, existen muchos emprendedores que esperan que un negocio físico, establecido en un barrio o colonia, tenga resultados en un plazo menor a un año y a los 6 meses quieren que alcancen su máximo nivel de ventas, siendo que un local comercial necesita al menos de un año para ser recordada su ubicación física.

Este mismo efecto ocurre en la mayoría de los emprendedores que, después de haber logrado el éxito en su primer proyecto, desesperan por no poder conseguir uno nuevo prácticamente de inmediato.

Es necesario tener presencia en la mente de nuestros prospectos, pero, sobre todo, en aquellos que todavía no nos conocen.

La constancia y la paciencia son virtudes que debe cultivar todo emprendedor que inicia.

Cuento con una herramienta que te será útil para lograrlo. Ya te lo mostraré en su momento.

Tal vez ya lo tienes todo, pero todavía no lo sabes.

Para iniciar un negocio propio, considero que es importante que sea algo que realmente te guste y apasione, además de formar parte de tus habilidades.

El interés y la pasión es un elemento fundamental para cualquier proyecto, máxime si se trata de un negocio que deberá proporcionarte satisfacción, plenitud y sentido de éxito, además de proporcionarte los recursos que necesitas para vivir y todo tipo de bienes para ti y tu familia.

Los negocios más exitosos del mundo se inician con la pasión de sus dueños, que saben que su negocio en particular les complace y satisface.

Lo que todo mundo te recomendará.

Todo mundo te recomendará: “Pon un negocio de comida, seguro te va bien…” aunque tú odies la comida y no distingas una lechuga de una cebolla. Hay muchas cosas que nadie te dice en relación a los negocios de comida, por ejemplo: exigen mucha calidad e higiene (puedes llevarte una demanda grave por intoxicar a tus clientes); Quienes trabajan en restaurantes son muy variables (te puedes quedar sin el chef principal o meseros en cualquier momento y sin esperarlo); Tus proveedores tarde o temprano te harán trampa (tus proveedores deben ser siempre de confianza extrema, debes tratarlos bien y atenderlos porque se convierten en tus socios de negocio); etc.

Por ejemplo, es posible que seas un arquitecto que quiere dejar de depender del despacho donde trabaja como dibujante.

Esa es una habilidad muy apreciada en el medio que puede llevarte a montar tu propio negocio como dibujante asistente de muchos otros despachos y con el tiempo tener un equipo completo de proyectistas, maquetistas, diseñadores, etc.

Si lo que te gusta es comercializar y vender productos al público, en la calle, posiblemente lo que todo mundo te sugiera es que te instales en un tianguis a vender ropa de segunda mano… o alguna otra cosa, siendo que tal vez lo que quieres es vender nieve raspada o café… en este caso puedes crear un negocio con los recursos con que dispones y tal vez un poquito más.

Si en cambio, lo que más te gustaría hacer es tener un trabajo productivo desde tu casa, es factible, más aún en estos tiempos, en que hemos vivido una pandemia, pero debes saber que tienes que tener una disciplina férrea para no mezclar tu trabajo con los deberes del hogar, además debes contar con la infraestructura básica para poder atender clientes desde tu casa sin que sea un impedimento para que puedas desempeñarte mejor que cualquier profesional competidor.

Todo depende de tus habilidades, tus gustos y los recursos de que dispones, pero, ante todo, debes adquirir habilidades administrativas y operativas. Además, deberás de contar con un plan de trabajo que te permita incrementar el número de clientes y negocios, tal vez, a través de una página web que presente tus productos o servicios, además de pensar en obtener todo el apoyo de las redes sociales donde te desenvuelves a fin de capturar la atención no solo de quienes te conocen, sino de aquellos que todavía no te conocen.

En conclusión, tienes la capacidad para crear tu propio negocio, pero necesitas desarrollar un proceso mental que te vaya llevando de la mano a construir un negocio exitoso. (Eso sí lo tengo disponible para ti, solo si te interesa).

La tormenta de ideas.

Crear un negocio nuevo a partir de tus habilidades, gustos e imaginación no resulta tan difícil si lo haces metódicamente:

En primer lugar, necesitas crear una tormenta de ideas que no obstruyas tú mismo. Todo se vale, pero, sobre todo, debes pensar en tus talentos, habilidades, gusto y forma como puedes ofrecer productos y servicios.

En segundo lugar: cambiar tu forma de vida afectará a tu familia y podrá romper la seguridad y estabilidad que le has ofrecido durante muchos años, así que comparte tu inquietud con los más importantes socios de tu vida: tu familia.

En tercer lugar: infórmate, adquiere los conocimientos que te hacen falta, de modo que vayas adquiriendo las habilidades que necesitarás para que tu nuevo negocio vaya por buen camino. En este sentido te invito a que adquieras mi metodología preparada para jóvenes: “Ya es hora de EMPRENDER …tu primer negocio.” Que, aunque está elaborado para jóvenes, tiene un costo de inversión ridículo a cambio de un conocimiento valioso que no se encuentra disponible en ninguna parte.

Una gran mentira.

Nos criamos creyendo que Sabritas nació siendo una gran empresa, pero lo que muy pocos saben es que SABRITAS nació cuando Pedro Marcos Noriega y su esposa, buscando un ingreso familiar elaboraban papas fritas en aceite y Don Pedro las repartía en su bicicleta a oficinas en el centro de la Ciudad de México.

Algo similar ocurrió con la mayor empresa dulcera del mundo: Vero Dulces, donde la pareja del Sr.  Ibarra y la Sra. Robles decidieron primero hacer bolsitas de gelatina para vender, luego de ahí comenzaron a fabricar los primeros caramelos con un éxito extraordinario.

En conclusión: ninguna empresa nace siendo grande.

¿Cuántas personas conoces que hacen frituras de harina o papas y no consiguen el éxito de Sabritas?

¿Cuántos conoces que saben hacer gelatina, pasteles, galletas sin alcanzar el éxito de los grandes fabricantes?

¿Acaso es mejor ser grande? No necesariamente.

¿Tú podrías crear un negocio propio con los recursos con que dispones? Te aseguro que sí.

¿Podrías garantizar un ingreso digno con tu nuevo negocio? Por supuesto, de otra manera ¿para qué crearlo?

Lo más importante de todo es que debes prepararte antes de dar el primer paso.

En conclusión:

Puedes seguir consultando en la web, buscando un buen negocio para instalar y encontrarás una gran variedad de recomendaciones, además de un sinnúmero de personas que te invitan a ser parte de un gran negocio que asegura beneficios millonarios.

En muy pocos sitios te dirán cómo comenzar con lo que tienes y mucho menos te darán los elementos para que inicies con lo que tienes.

Podrás encontrar promociones de Universidades, Cámaras industriales y empresariales y Academias que te ofrecerán cursos o programas de emprendimiento. Si lo que tú quieres es invertir una gran cantidad de esfuerzo y recursos, este es el camino que podrías tomar y tal vez, en 2 o 3 años, puedes comenzar a pensar en tu nuevo negocio. Mientras tanto, tu deseo de emprender morirá sin remedio.

Como dato: en el año 2010, las 320 incubadoras de negocios de todo México, lograron incubar cerca de 300 nuevas empresas viables. Desconocemos cuántas de ellas siguen vigentes después de 12 años. Lo más notable es que cada una de las 320 incubadoras lograron generar casi 1 proyecto de negocio viable. El costo fue enorme y el resultado francamente pobre. Actualmente las incubadoras de negocios que estaban instaladas hace 10 años no tienen ningún subsidio federal para promover emprendimientos debido a que su modelo jamás dio resultados.

Mi metodología “Ya es hora de EMPRENDER …tu primer negocio” ha probado mejores resultados entre jóvenes de entre 15 y 22 años. Deberías adquirirla, sobre todo porque en este momento tiene un precio promocional de $ 30.00 USD, sí poco más de $ 600.00 MXP que seguramente gastas cada mes en tiempo aire de un teléfono móvil.

La propuesta.

Si te interesa instalar un negocio con tus recursos, rápidamente y que sea rentable desde el primer momento, adquiere y descarga mi material elaborado para jóvenes: “Ya es hora de EMPRENDER …tu primer negocio”

Debes considerar que es un material preparado para jóvenes y probablemente tú seas un adulto hecho y derecho, pero su contenido te mostrará mi metodología y forma de trabajar que puedes evaluar. Seguramente aprenderás mucho más que inscribiéndote en la Universidad privada que prefieras.

Una segunda propuesta: permíteme ayudarte a diseñar tu futuro emprendimiento a través de mis consultas de Coaching. Simplemente, si no te sirven mis servicios, o no te interesa seguir con ellas, dejas de contratar la siguiente sesión.

Te ofrezco la primera sesión completamente sin costo ni compromiso para ti.

¿Qué empresa inicia siendo grande?

¿Qué empresa inicia siendo grande?

Era 1943 y Europa entera estaba convulsionada por la segunda guerra mundial. Mientras tanto, en la Ciudad de México, una persona cualquiera, Pedro Marcos Noriega, se ganaba la vida con un oficio humilde: elaboraba papas fritas que distribuía a sus clientes en su bicicleta.

Aunque no lo creas, el eje de su negocio se centró en el reparto de papas fritas en bicicleta por la ciudad de México, creando una flota entera de ciclistas que recorrían la ya entonces mayor urbanización del mundo. Pero su visión no terminaba ahí, sino que por el contrario, desde hacía tiempo proyectaba su negocio más lejos. Así nació SABRITAS.

Durante 23 años el crecimiento de la empresa fue exponencial, al grado que en 1966 FRITO LAY adquirió el negocio (sin incluir la bicicleta de Don Pedro) por una cantidad exorbitante.

Ningún negocio nace grande.

Existe la creencia equivocada de que cuando queremos crear una empresa debemos pensar en grande. Esta idea se divulga por todos los medios de hace más de 40 años, impulsada principalmente por las incubadoras de negocios, las escuelas de administración y las Universidades, que olvidan que nuestros abuelos y sus ancestros no necesitaron pensar de esta forma para luego meterse en los grandes embrollos de conseguir capital para instalar “su empresa”. Simplemente dominaban un oficio o buscaban aprender alguno, o bien, se dedicaban a trabajar en actividades que conocían.

De esa forma ellos se ganaron la vida por generaciones. No necesitaron una dirección y se guiaron siempre por su sentido común, su lógica y una clara identificación del potencial del negocio, aprovechando las grandes oportunidades que ofrecía una comunidad siempre creciente.

En la época de mi bisabuelo nadie pensaba en ser contratado por una empresa para ocupar un cargo burocrático, administrativo, o realizando alguna actividad específica, había que ganarse la vida de cualquier forma. Prácticamente nadie pensaba en jubilarse en alguna empresa. Simplemente había que llevar el pan a la mesa sin la ayuda de los grandes consorcios que ahora abundan. Un oficio o un pequeño comercio era suficiente, el resto lo definiría el tiempo.

Cómo nos institucionalizamos.

Dejamos de ver las oportunidades que ofrece nuestra comunidad, la localidad donde vivimos y “compramos” fácilmente lo que otros negocios ofrecen sin que eso signifique que sea mejor, de mayor calidad o de gusto extraordinario.

Por si esto fuera poco, estamos empeñados en ganarnos la vida como empleados, siendo que tenemos un enorme potencial emprendedor por el simple hecho de ser mexicanos.

He trabajado en varias partes del mundo y no deja de sorprenderme la enorme capacidad que tienen los mexicanos para edificar negocios sin recursos, únicamente con lo que tienen a la mano, haciendo notar el potencial de desarrollo que son capaces de desplegar con muy poco.

La necesidad es madre del esfuerzo, pero el ingenio es semilla de las grandes ideas.

Debes saber que en los 33 años que tengo como consultor he trabajado para todo tipo de empresas y no dejan de sorprenderme gratamente los pequeños empresarios que se han convertido en proveedores internacionales aún careciendo de los requeridos estándares de calidad que exige la industria mundial. Muchos de ellos superan las exigencias establecidas aún sin saberlo.

No dejo de reconocer el gran valor de las grandes empresas, que gracias al cuidado y exigencias de sus mercados, han mejorado sus líneas de producción, incrementando notablemente los estándares de calidad aceptados por los usuarios de sus productos o servicios y el de sus competidores.

¿Quién nace para ser empleado?

El período comprendido entre la década de los años 70 y 90 comenzó una frenética carrera hacia la institucionalización de los negocios en todo México. Los barrios cambiaron en las grandes ciudades y ahora se construían “cotos urbanos”. Nacía Ciudad Satélite y con ello las grandes empresas que requerían ejecutivos, secretarias y auxiliares de contabilidad, llevando a las universidades a crear nuevas carreras profesionales que anteriormente no existían.

Si antes se buscaban vendedores «genéricos» (disculpa la expresión) ahora se necesitarían egresados de mercadotecnia, que terminaban haciendo exactamente lo mismo que el vendedor tradicional.

Así se necesitó un gerente de recursos humanos, licenciado en Relaciones Industriales. En el pasado, el contador que llevaba la nómina, pero no sabía absolutamente nada de manejo de personal. Luego otras carreras fueron surgiendo conforme se demandaban especialistas para realizar alguna actividad dentro de las empresas.

La seguridad de un empleo se convirtió en una urgente necesidad que actualmente puede estar muy lejana a lo que en el pasado representaba la estabilidad laboral. Lamentablemente, hoy día, nadie puede asegurar que un profesionista podrá vivir de su salario empleado por una empresa grande o pequeña.

Aún así nuestros genes predominan.

A pesar de esta historia que se repite en todo el mundo, no me queda la menor duda de que el mexicano es el más emprendedor del mundo. ¿Lo dudas?

En Instituto Discere, en 2005 desarrollamos una investigación que confirma mi teoría: el mexicano es el ser humano más emprendedor del mundo.

En México, un 80% de adultos mayores de 45 años ya habían instalado un negocio con la intención de vivir de él.

Esto lo convierte en la comunidad más emprendedora del mundo y no encontrarás este porcentaje tan elevado en ninguna parte del mundo. Seguramente tú has sentido este mismo impulso.

Si no crees este dato, haz el estudio por ti mismo. Para ello habrás de escribir en un papel el nombre de 10 personas mayores de 45 años y preguntarles si alguna vez han tratado de instalar un negocio con la intención de vivir de sus ganancias o de complementar sus ingresos.

La respuesta te sorprenderá.

Desafortunadamente ya olvidamos cómo crear negocios:

  • Negocios que funcionen y ofrezcan dividendos.
  • Negocios que no requieran grandes inversiones de capital.
  • Que se basen en nuestra lógica, sensibilidad y sentido común.
  • Negocios que reporten utilidades rápidamente.
  • Negocios sencillos, simples, con una administración transparente.
  • Negocios que puedan ser reconocidos y aceptados rápidamente.
  • Clientes que quieran adquirir nuestros productos o servicios.

Debo hacerte varias preguntas, querido lector:

  • ¿Ya intentaste alguna vez poner un negocio y vivir de sus ganancias o complementar tus ingresos?
  • ¿Qué te hizo falta?
  • ¿Cuánto duró tu impulso?

Si eres mexicano, mayor de 45 años, seguramente habrás contestado estas preguntas con facilidad, desafortunadamente, tus respuestas tal vez no sean tan halagüeñas y la experiencia haya resultado frustrante o poco satisfactoria, pero esto no tiene por qué ser así.

Realmente es fácil edificar un negocio productivo pero debemos aprender a emprender, removiendo todos los paradigmas que guardamos, relacionados con el emprendimiento, mismos que durante años han limitado tu iniciativa y alimentado tu subconsciente.

Pedro Marcos (Sabritas), Miguel Montes (Dulces Montes), Angel Ibarra (Vero Dulces) y Roberto González Barrera (Maseca) fueron empresarios extraordinarios que llevaron sus negocios hasta límites insospechados, todos tenían en común la necesidad de emprender, y recursos limitados, pero no por ello dejaron pasar la oportunidad de edificar grandes empresas en el momento oportuno, pero todos reconocen haber comenzando con lo que tenían a la mano.

No pierdas la oportunidad de crear por ti mismo tu propio negocio. Con el paso del tiempo irá creciendo fortaleciéndote, mientras te ofrece gradualmente lo que siempre has querido, pero necesitas primeramente diseñar tu negocio sobre bases firmes.

La única metodología para el desarrollo de negocios que inician con los recursos que tienes la encontrarás en “Ya es hora de EMPRENDER”, y está completamente a tu alcance.

Esta metodología ha sido desarrollada por Ramón Partida para Instituto Discere.

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Date una nueva oportunidad.

¿Nuevos emprendimientos en plena pandemia?

¿Nuevos emprendimientos en plena pandemia?

Juan Carlos González tenía un buen negocio antes de la pandemia mundial de COVID. Tenía instaladas cafeterías de autoservicio en las Universidades más importantes de la ciudad. De un día para otro lo que había logrado con años de esfuerzo parecía perderse por completo

Después de evaluar seriamente las expectativas de futuro y dejando de percibir ingresos durante 4 meses dejó de creer que esta situación pasaría rápidamente y cada día agravaba más su situación, llevándolo a quedarse pronto sin recursos para poder sostener sus gastos personales indispensables.

Había que hacer algo y hacerlo pronto.

Replantear su negocio.

Hizo un análisis de lo que tenía disponible para trabajar:

  • Buenos proveedores.
  • Un excelente producto.
  • Equipo en casa para un proyecto que había sido autorizado antes de la Pandemia y estaba por instalar.
  • Un tostador de café.
  • Personal dispuesto a emprender junto con él una nueva aventura (su esposa y su hijo).

Aunque vivía en una buena colonia, ésta se encontraba cercana a una población muy populosa, integrada de obreros, trabajadores de la construcción y empleados de grandes empresas que no habían cerrado por completo sus operaciones durante la pandemia, por lo que consideraba que había oportunidad de venderles lo que él bien conocía: café.

De esa forma, con ayuda de su esposa y una pequeña inversión montó un nuevo negocio, ubicada en una importante calle de la colonia cercana, esperando que las condiciones emergentes pasaran cuanto antes para reactivar sus cafeterías universitarias. Mientras tanto, había que hacer algo rápidamente porque muy pronto sus recursos se agotarían.

Su nueva cafetería ofrecía a sus clientes no solamente café elaborado en el momento, sino que además, ofrecería mezclas del buen café que comercializaba en grano, molido al gusto del cliente. Sabía que a casi todos nos gusta un buen café sin importar el nivel socioeconómico, simplemente había que ponerlo a su alcance.

Cambio de enfoque.

Juan Carlos y su familia tuvieron que hacer un cambio de enfoque de negocio. Ya no se trataba de cambiar o reparar los equipos descompuestos y surtir los suministros de los equipos colocados en las universidades, sino que ahora tendrían que ofrecer atención directa al cliente y desconocían cómo se comportaría el mercado.

Esta situación llevó al equipo a provocar un cambio de enfoque de negocio donde la atención al cliente y su cercanía sería la clave para generar ventas y multiplicar gradualmente sus ganancias, siendo que, en el pasado, el contacto con el cliente en las Universidades era prácticamente nulo.

Cambio de expectativa.

Muchos emprendedores mantienen la esperanza de que las cosas vuelvan a ser como antes, siendo que esto no ocurrirá.

Extrañamos estar cerca de otros. Nos gustan las multitudes, los conciertos, las reuniones donde vemos personas y conocemos a otros, pero los abrazos y el contacto físico cercano, parece ser que requerirá mucho tiempo para volver a ser como antes.

Esta situación nos conduce a una nueva realidad, distinta, donde la forma de vender, servir y trabajar ha cambiado para siempre. Esto no significa que así será para el futuro, pero, sin lugar a dudas, la forma de vender y atender a nuestros clientes ha cambiado para siempre, agregando componentes que en el pasado no estaban incluidos, como la forma de comprar a través de internet, las redes sociales y la recomendación de otros.

En consecuencia, nuestra expectativa también debe cambiar conforme a las nuevas condiciones que se están presentando en los mercados.

Para Juan Carlos esta realidad lo llevó a pensar en generar ingresos de cualquier manera, sin esperar los ingresos extra que con frecuencia obtenía en las Universidades cuando había algún evento especial.

Todo ha cambiado y debemos replantear nuestros objetivos en base a los hechos y condiciones que estamos viviendo ahora mismo.

Probablemente para 2021 la manera de interactuar vuelva a ser como antes, pero para entonces, los hábitos de compra de quienes estamos viviendo este momento histórico, habrá cambiado para siempre.

Una cuidadosa planeación orientada al cliente.

Pensar en que las cosas volverán a ser como antes nos puede dejar fuera del mercado. Esta es una realidad.

Si cuentas con suficientes recursos para mantenerte sin necesidad de vender o de trabajar, entonces puedes seguir tranquilo de que la pandemia pasará y llegará el momento en que todo vuelva a ser como antes.

En este momento muchos restaurantes están tratando de ofrecer sus productos y servicios a través de la venta a distancia, a través de dispositivos móviles o internet, haciendo entregas auxiliados con mensajeros dispuestos a entregar los productos en un empaque térmico.

Sin quererlo El cambio de realidad del momento ha resquebrajado la Propuesta de Valor que ofrecían a sus clientes muchos de los negocios que conocíamos. Para muchos de ellos se ha perdido por completo el sentido de valor añadido.

Si dudas que esto está pasando, imagina un restaurante con hermosas instalaciones, rodeada de vegetación, con un mobiliario exclusivo, iluminación tenue, música en vivo y aromas agradables, donde se presenta cada platillo en una vajilla exquisita. Ahora compáralo con recibir un corte de res en un envase de unicel. Aunque recibas en tu casa el platillo y tenga la misma calidad su elaboración, jamás estarás dispuesto a pagar lo que acostumbras al visitar el sitio.

La transición hacia la nueva forma de vender al cliente debe estar completamente orientada a sus necesidades actuales, lo que dejará fuera muchos negocios, generando una oportunidad extraordinaria para otros emprendedores.

Lo más importante de todo es enfocarnos al cliente, sus necesidades y su expectativa del momento.

El cambio de mentalidad puesta en papel.

El caso de Juan Carlos lo llevó a crear un nuevo negocio donde el perfil de sus clientes es de un nivel socioeconómico medio. El local es visitado por las esposas y los hijos adolescentes, eventualmente un cliente al regresar del trabajo hace un alto en la cafetería y surte su despensa con un paquete de café molido.

Ha comenzado a cautivar a sus clientes y está teniendo muy buena acogida que poco a poco va creciendo.

Las señoras que por la tarde compran una taza de café o los adolescentes que solicitan un capuchino se llevan un cuarto de kilo para su casa y Juan Carlos y sus colaboradores están atentos a tomar los datos del comprador a fin de ofrecerles resurtir su café molido periódicamente. Todos los clientes reciben un aviso previo a sus números celulares para recordarles que pronto se terminará su café favorito, invitándoles a pasar a la cafetería donde les obsequian un café preparado en la compra en la compra de un kilo de producto.

Han creado un blog en que envían recomendaciones para la conservación y cuidado del buen consumidor del café. Este blog lo han montado en Facebook y cada día tiene más seguidores que gradualmente se incrementan.

Juan Carlos y su equipo han cambiado la forma de hacer negocio, lo más importante es que no han dejado de tener ventas y gradualmente están construyendo una comunidad de clientes enriquecida por la recomendación de sus primeros clientes.

Entonces ¿Cuáles son las nuevas reglas?

Sin lugar a dudas existen nuevas reglas que aplican a todo negocio que quiere sobrevivir a la pandemia. Esas reglas no tienen que representar una pérdida irreparable, sino una oportunidad para surgir con un nuevo emprendimiento.

Así como Juan Carlos, el cierre temporal de su negocio le representó la oportunidad de abrir uno nuevo y seguir generando ingresos, este mismo fenómeno está ocurriendo en muchos mercados.

Las nuevas reglas implican estar permanentemente en la mente de nuestros clientes aprovechando las redes sociales, internet y la recomendación, tanto para un negocio que se tenía previamente como para uno nuevo que pueda surgir como resultado de la pandemia.

Cada negocio que gradualmente se va reactivando surge con nuevas reglas surgidas de las formas aprendidas de trabajar.

Es muy probable que nuestros clientes que en el pasado esperaban que lleváramos un catálogo físico de producto, a partir de la pandemia estarán trabajando desde sus casas y no regresen físicamente a una oficina. Este tipo de afectaciones y diferencias que se darán gradualmente en cada industria deben ser detectadas oportunamente y responder, en consecuencia, a las nuevas formas de vincularnos con nuestros clientes.

Ciertamente muchas empresas no han dejado de operar durante este período, pero con toda seguridad habrá formas nuevas de relacionarnos con ellos que representan una nueva oportunidad comercial.

Identifica cómo se están comportando tus clientes a raíz de la pandemia y cuáles son las nuevas reglas que se han establecido para quedarse. El futuro de tu negocio depende de reconocer con precisión estas nuevas formas de relación.

¿Desplazar a otros o abrir nuevos mercados?

En el pasado había que competir con otros para ganarse un lugar en la preferencia de nuestro cliente. Había que partirse el brazo para lograr este acceso y luego hacer grandes malabares para mantenerse en la preferencia del cliente.

Siempre he dicho que las grandes empresas tienen enormes dificultades para “tropicalizar” soluciones debido al gigantismo corporativo. Los grandes consorcios tienen enormes deficiencias de adaptación a las necesidades locales, lo que representa nuestra gran oportunidad de ocupar su espacio comercial.

Esta realidad representa una gran oportunidad para nosotros.

Cuando Juan Carlos pensó en poner una cafetería en una zona popular no se comparó en el rey de las franquicias: Starbucks, ni pensó en su forma de ofrecer el café, simplemente observó el mercado y se movió en función de sus necesidades y expectativas. Así como un obrero o trabajador de la construcción difícilmente entraría a una sucursal de la gran marca, esto no significa que le desagrade el café, incluso puedes estar seguro de que muchas de estas personas son verdaderos conocedores del café por haber vivido en el campo, justo cerca de una zona cafetalera.

Cuando encuentras una necesidad no satisfecha no desplazas mercado, simplemente lo creas, pero cuando reduces la participación de un competidor, estarás desplazando el mercado a tu favor.

El ejemplo del desplazamiento contra el de creación de mercado sería si Juan Carlos hubiera puesto una cafetería estilo Starbucks, con servicio similar y productos parecidos. En su caso no fue desplazamiento, sino creación.

Esto me lleva al siguiente punto:

El Valor de lo local.

En todo el mundo se está viviendo una revaloración de “lo local”. Revalorar lo local contribuye de manera importante al rescate de la economía de zonas específicas de la población, pero, además, es capaz de fortalecer la calidad y cuidado que exigen las grandes firmas en favor de sus clientes.

Esta revaloración nos ofrece una enorme oportunidad de edificar un nuevo negocio, planteado de la forma más sencilla y obedeciendo a ciertos principios de economía que debemos conocer.

En conclusión:

Crear un nuevo negocio tiene sus riesgos, pero después de la pandemia estos nuevos emprendimientos seguirán vigentes si logran fidelizar a sus clientes.

Las oportunidades existen, pero nunca antes como ahora, que los grandes negocios han tenido que cerrar sus puertas. En este momento se están abriendo grandes oportunidades para quienes quieren aprovecharlas.


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Tiempo para pensar.

Tiempo para pensar.

 
Instalar una empresa es una actividad que requiere de una planeación delicada y minuciosa.
 
Ocuparemos muchas horas y meses enteros antes de iniciar con la operación del negocio. Queremos asegurar resultados y no podemos arriesgarnos a perder nuestra inversión.
 

La mayor parte del tiempo lo ocupamos en el diseño de la empresa. Utilizaremos cientos de hojas de papel, hasta pasar en hojas de cálculo todos los detalles que nos lleven a asegurar que nuestra inversión habrá de dar frutos a fin de que, con el tiempo, obtengamos la solidez necesaria para gozar de los beneficios de nuestro emprendimiento.

Abrimos las puertas del negocio y prácticamente todas nuestras actividades se centran en la operación de la empresa. De esa manera creamos un nuevo hábito donde la planeación pasa a un segundo término. La operación será dueña de prácticamente todo nuestro espacio mental.

Esta es la historia repetida de prácticamente todos los empresarios. Directores, gerentes y jefes de área ocupan casi el 100% de su tiempo en actividades que exige la operación de la empresa. Se olvidan que hacer es resultado del pensar.

Aparentemente esta situación se soluciona cuando surge una crisis.

Alguna desviación de los resultados esperados nos marca la necesidad de hacer un alto en el camino, analizar y extraer de nuestro tiempo de operación un momento para localizar el problema que ha generado la diferencia.

Es tiempo de pensar.

Desafortunadamente una vez resuelto el problema y vueltas las cosas a su estado normal, nuestra oportunidad de fortalecer el hábito de pensar nuevamente sucumbe ante las necesidades de la operación.

Debo reconocer que en mi trabajo como consultor pocas veces he tenido que intervenir con directores o gerentes que tienen el hábito establecido de la planeación. Normalmente se me busca cuando hay problemas, sin embargo, al hacer una inmersión en empresas muy grandes y estructuradas, no encuentro graves desviaciones en las áreas manejadas por gerentes o jefes que dedican al menos una hora semanal a la planeación y análisis de actividades. Las desviaciones son mínimas y por lo regular éstos gerentes tienen anticipadas las soluciones o al menos tienen localizados los puntos de crisis y las tienen siempre como punto de observación.

Mi propuesta para ti es que dediques al menos una hora semanal a la planeación de tu negocio y lo establezcas como un hábito propio.

El inicio siempre es el difícil.

La próxima semana, el día que tú establezcas como adecuado para esta nueva actividad, probablemente te preguntes en qué te debes enfocar. La respuesta es sencilla: Identifica las desviaciones de tus procesos y sus resultados y localiza los puntos de mejora que puedas instalar.

Establecer indicadores.

Esta tarea implica necesariamente que tengas de antemano metas establecidas y resultados tangibles a la mano. Si no los tienes, entonces tu primer tarea será establecer tus indicadores.

Los indicadores son datos fríos y duros que te permitan reconocer que las cosas van por buen camino: piezas fabricadas; volúmenes aceptables de desperdicio; errores detectados durante la semana; costos generados por producto elaborado; fases de procesos cumplidos y recibidos por el cliente; tareas cumplidas en tiempo; etcétera.

Análisis de resultados.

Si tienes ya establecidos los indicadores de productividad de tu negocio, entonces la tarea será analizar los resultados del período anterior (que en el caso del ejemplo, puede ser semanal).

Propuesta de cambio.

Finalmente, la tarea de pensar y planear consiste en cambiar alguna forma de procedimiento o método de trabajo que te lleve al resultado que estás queriendo lograr. De esa manera corregirás oportunamente cualquier desviación, antes de que el resultado se agrave irremediablemente.

Recuerda que repetir siempre los mismos pasos producirán exactamente el mismo resultado.

 

La Planeación es una actividad exclusiva de líderes exitosos.

 

 

Las Guías de Liderazgo©, de Instituto Discere fueron creadas para emprendedores que necesitan estar siempre actualizados, pero que no cuentan con el tiempo para formarse o han decidido dejar de hacerlo por requerir mucho tiempo, dinero y esfuerzo.

Los comentarios de todos nuestros lectores son «si hubiera conocido antes esta información, habría evitado grandes descalabros». Aprovecha la oportunidad de formarte por ti mismo.

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