Desarrollo Humano y Organizacional ¿sin comunicación?

Desarrollo Humano y Organizacional ¿sin comunicación?

Te comunicas cuando quieres obtener algo de otra persona. Todos necesitamos de los demás para crecer y desarrollarnos, pero cuando la comunicación es deficiente o inexistente en la empresa, es prácticamente imposible generar desarrollo. Esto convierte a la comunicación en ingrediente básico para el éxito de las gestiones de las personas y sus emprendimientos.

Tengo contacto cercano con más de 300 directores o gerentes de Desarrollo Humano, Organizacional, de Talento, de Recursos Humanos en todo el país.

Considero que son expertos conocedores de su disciplina y sustentan uno de los objetivos más nobles de cualquier empresa: proporcionar permanentemente al mejor capital humano.

Realizan evaluaciones constantes del estatus de todo el personal: su salud emocional; su relación con la empresa; el trato que reciben de sus líderes; el clima laboral; etcétera, con el afán de ofrecer las mayores comodidades y seguridad para que el colaborador se sienta satisfecho y confiado de ser valioso para la organización.

Formación y experiencia.

La formación profesional adquirida por ellos ha sido la guía que les ha permitido establecer el rumbo de su trabajo, pero su experiencia les da las herramientas necesarias para establecer una estrategia que genere el desarrollo humano dentro de la empresa, lo que trae consigo, como consecuencia, el desarrollo de la organización y la consolidación de la cultura deseable.

Estos directores y gerentes han tenido una preparación muy minuciosa y detallada de lo que es el Desarrollo Humano y Organizacional, sin embargo, durante su formación he notado que existe una carencia en sus estudios, me refiero al manejo adecuado de una materia crítica: la comunicación, aplicada para el Desarrollo.

Esto se debe a que desde que yo conozco esta materia de muchas academias, siempre se ha manejado como una cátedra sumamente teórica y poco concreta en virtud de que la gran mayoría de expertos solamente se refieren a ella como una teoría sumamente compleja que termina convirtiéndose en conceptos etéreos y poco manejables donde termina prevaleciendo la lógica y el sentido común para su manejo adecuado sin que esto finalmente sea tan eficiente como debería serlo.

Nuestro conocimiento es fácilmente superado por nuestras experiencias y habilidades de comunicación, ya sea que las hayamos o no desarrollado.

El resultado final.

Desde mi punto de vista, aun cuando existen “modelos” y “plantillas” que guían de alguna forma el trabajo profesional que nos sacan de cualquier aprieto, no logran el resultado que pretende conseguir la comunicación eficaz: “poner en común para conseguir un resultado esperado”.

Seguimos sin comunicarnos con grupos que en la actualidad son críticos y forman parte de nuestras organizaciones, como las nuevas generaciones que ya están presentes en nuestra empresa.

La comunicación se transforma vertiginosamente

La comunicación humana y todas sus variantes se ha transformado en los últimos 20 años mucho más que en los 2,000 años transcurridos, además sigue evolucionando a tal grado que no sabemos con certeza cómo se dará en los próximos 20 años, sin embargo, de una buena comunicación depende el éxito de las interacciones humanas y el logro de objetivos y resultados personales o profesionales.

En nuestras manos está la capacidad de compartir con todo el personal valores, principios y comportamientos que deben ser aceptados en toda la organización.

Nadie más lo hace. Ninguna otra área es responsable de este objetivo.

En este momento, uno de los más graves problemas que se presentan para el responsable de Recursos Humanos, tiene que ver con la incapacidad de comunicarse eficazmente con las nuevas generaciones, esto se demuestra con las constantes renuncias de jóvenes recién contratados que repentinamente desaparecen de nuestra planta productiva.

El problema no solo se queda en el Gerente, sino que se nota con claridad entre todos los niveles de liderazgo, que aplican sus propios aprendizajes sin que haya ninguna forma de remediarlo, disminuyendo la eficiencia de su trabajo al ser incapaces de atender a sus nuevos colaboradores.

No nos estamos comunicando eficazmente con ellos.

La Comunicación como materia prima para el desarrollo.

La comunicación es materia prima del desarrollo humano, sin ella los mensajes que emitimos pierden completamente su sentido, importancia e interés. Desafortunadamente, los científicos y peritos en la materia se quedaron en el pasado y no existe todavía un mapa capaz de aclarar la manera de comunicarnos eficazmente con los demás, mucho menos con las nuevas generaciones.

Si recurrimos a conceptos básicos, la comunicación significa “poner en común” con los demás.

Nos comunicamos porque queremos o necesitamos algo.

Generamos expectativas y esperamos un resultado concreto de nuestras gestiones y para ello debemos comunicarnos con claridad y precisión.

Todos nos comunicamos conforme a las habilidades que vamos desarrollando en el transcurso de nuestras vidas, pero no todos tenemos esta buena suerte.

Cuando lo que comunicamos no tiene valor o sentido para nuestros colaboradores.

Lamentablemente, la comunicación en las organizaciones y empresas se ve constantemente deformada.

Lo que queremos compartir con nuestros públicos se transmite a través de los líderes, tal como ellos pueden o saben comunicarse con los demás.

Como resultado final, lo que se quiere compartir muchas veces carece de sentido para nuestros colaboradores, principalmente porque conforme el mensaje original se desplaza a través de las personas que la manejarán (los líderes), va cambiando de forma, de estilo, de sentido y en muchos casos no logrará el resultado esperado en determinados niveles o con algunos grupos específicos que no otorgan valor al mensaje recibido.

De esa manera, la dirección general trata de alcanzar las metas de producción establecidas y sabe que cuenta con un experto en Recursos Humanos que le apoyará y soportará las operaciones con el capital humano suficiente, capaz, orientado y enfocado en lograr estos objetivos productivos, sin embargo, es entonces cuando la realidad corrompe el resultado esperado.

Finalmente, los objetivos establecidos no se pueden cumplir porque nuestro personal es inestable y la persona en cuestión no se ha incorporado eficientemente a la dinámica de la empresa. En muchas ocasiones ni siquiera le interesa nada de lo que se le informa.

Las soluciones tradicionales

El director de desarrollo humano se empeña por contar con el personal adecuado, capaz y motivado dentro de la empresa, para ello evalúa el clima laboral que le indica si las condiciones emocionales son adecuadas para que cada individuo desarrolle todo su potencial adecuadamente, pero pocas veces nuestro personal puede expresar lo que le interesa y cómo interpreta lo que se le pide. Ignorarlo genera incomunicación.

La encuesta de clima laboral suele arrojar un resultado altamente satisfactorio, sin embargo, la rotación del personal sigue siendo superior al 20% y los indicadores de las distintas áreas no son del todo satisfactorias. Entonces el Gerente de RH se pregunta ¿Qué más puede hacer si el ambiente y el clima laboral son excelentes?

Es irónico, si la encuesta de clima laboral dice que el ambiente es adecuado para el desarrollo y no existen obstáculos o eventos graves que afecten la percepción de la empresa:

  • ¿Por qué razón nuestros colaboradores siguen renunciando?
  • ¿Por qué se genera resistencia cuando queremos hacer un cambio en la operación?
  • ¿Cuál es el motivo por el que la gente ignora o se muestra completamente desinteresada a participar en procesos que lo comprometen?
  • ¿Por qué razón no se terminan de integrar a sus equipos de trabajo y se sienten ajenos completamente a su grupo y su líder?
  • ¿Por qué de un día para otro un colaborador deja de presentarse a trabajar sin dar explicación alguna?

La respuesta es sencilla: no se está consiguiendo “poner en común” la información o ésta solamente viene dirigida en un sentido: del líder para el subordinado, sin antes haber conocido con precisión la expectativa del subordinado y su modelo propio de comunicación.

Cuando dejamos de “poner en común” nos incomunicamos

Es notable que no nos hemos comunicado adecuadamente y todos nuestros esfuerzos por compartir los valores y conductas aceptadas en la empresa carecen completamente de sentido para estas personas. Desafortunadamente damos por hecho que así será en el futuro y comenzamos a sufrir de esta falta de identidad compartida entre nuestros colaboradores y la organización, siendo que este es uno de los objetivos fundamentales del Desarrollo Organizacional: compartir valores, y para ello es imprescindible tener una excelente comunicación en ambos sentidos.

Es evidente que, si los mensajes y comunicaciones de la administración no están cumpliendo sus objetivos, no se ha dado una comunicación eficaz.

La comunicación eficaz exige que haya una respuesta como resultado del mensaje. Esta es la mejor evidencia de que se han comunicado ambas partes, comprenden el mensaje, conocen la respuesta esperada y están dispuestos a responder positivamente a los distintos mensajes que se le ofrecen, recuerda: nos comunicamos porque queremos obtener algo de los demás.

Repito: nos comunicamos con los demás porque queremos o necesitamos algo de la otra parte.

Enviar un mensaje sin ningún objetivo es un ejercicio absurdo. Todos queremos conseguir algo cuando nos comunicamos.

Las nuevas generaciones y su forma de comunicarse

Los jóvenes de las nuevas generaciones utilizan las redes sociales porque obtienen alguna recompensa (también virtual) como el reconocimiento y la participación, comparten puntos en común y terminan perteneciendo a grupos específicos con intereses afines.

Para muchos de ellos resulta más importante pertenecer a estos grupos anónimos que formar parte de un equipo de trabajo que no le ofrece un satisfactor realmente importante para ellos.

La clave de la comunicación eficaz con las nuevas generaciones

Debemos replantear la manera como nos comunicamos, pero, sobre todo, hemos olvidado que el ejercicio de la comunicación eficaz implica necesariamente saber escuchar lo que la otra parte quiere.

Desafortunadamente, la otra persona pocas veces sabe con certeza lo que quiere y solamente busca lo que necesita de manera inmediata.

Un colaborador joven, de nuevo ingreso, difícilmente te dirá que solicitó el puesto porque quiere comprar un nuevo teléfono celular. Nada más.

No le interesa que tú le digas que después de 5 años de trabajar afanosamente en la empresa podrá aspirar a solicitar un crédito para una casa.

Él pensará:

  • ¿Qué? ¿hasta dentro de cinco años?
  • ¿Y para qué quiero una casa si vivo con mis padres y no pienso dejar el hogar al menos en los próximos 10 años?
  • ¿Prestaciones para mi familia? ¡Qué se casen los locos!, yo no quiero compromisos.

A partir de este punto, la conversación se congela y nuestro joven solicitante del puesto dejará de escuchar lo que a ti te interesa porque él tiene otros intereses, tal vez más inmediatos o simples, de corto plazo.

¿Con qué se inicia una estrategia de desarrollo?

Ahora bien, establecer una estrategia de desarrollo sin antes conocer con precisión lo que nuestro público objetivo quiere, entiende o espera, tiene poco sentido, lo que hace que la dirección de la comunicación tenga solamente una vía.

Es natural que emitamos mensajes en el entendido de que a todos debe interesar o que todos deben comprender el mensaje, siendo esto impreciso.

No podemos comunicarnos si no tenemos certeza aquello que representa valor para quien recibe el mensaje.

Por ejemplo: si la empresa tiene un plan de carrera vida al que un empleado de recién ingreso puede aspirar para ocupar un cargo importante, lo primero que tenemos que entender es qué tanto incentiva para el empleado de reciente ingreso un plan de carrera vida. Mucho menos si este joven pensando únicamente en un nuevo teléfono celular.

Esto no quiere decir que elimines tu programa de carrera vida de trabajo, sino que lo enfoques de otra manera, donde tu auditorio pueda verse a sí mismo ocupando este cargo, que a su vez le permita enfocarse en un objetivo superior a un teléfono celular.

Debes saber que habrá personas a las que realmente le resulte atractivo tu programa, sin embargo, no lo será para todos.

La clave de un buen programa de Desarrollo

Cualquier plan de Desarrollo Humano u Organizacional será bueno o malo en la medida de la calidad de la comunicación que establece entre todos los que participan en el proceso, puesto que el programa de desarrollo se fundamenta en motivadores.

Si tu programa de desarrollo se diseña desde tus propios valores e intereses personales y no son compatibles con los de tu auditorio, puedes estar seguro de que no cautivará a algunos grupos de interés.

No se trata de que tu programa pueda ser malo, sino que la manera como estás comunicando lo que ofrece y probablemente no esté enfocado en base a los valores de tu auditorio específico.

Esto se resuelve fácilmente, pero depende de conocer con precisión lo que quiere y lo que necesita este grupo en especial y todos los segmentos de tu personal a quienes quieres compartir tu programa.

En conclusión:

La comunicación eficaz depende de conocer con precisión lo que quieren los otros y tener la capacidad de dirigir nuestros mensajes basados en la expectativa, intereses y valores de las otras personas. Hacerlo así, garantizarás el éxito de cualquier proyecto que tengas en mente.

Y como he dicho desde el principio, de una buena comunicación depende el éxito de tu programa de Desarrollo.

 

Somos consultores expertos en comunicación desde 1987.

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La transformación del área de capacitación durante la Pandemia.​

La transformación del área de capacitación durante la Pandemia.​

No cabe duda que unos dependemos de otros, sin importar el oficio o necesidad que satisface cada persona y empresa en su mercado o comunidad. Todos los negocios sin importar su escala forman parte fundamental del entramado social.

La Pandemia del Coronavirus ha demostrado que no existe negocio despreciable. A pesar de esta realidad, ha sido inevitable el cierre definitivo de empresas, algunas temporalmente, mientras que otras lucharán para continuar en el mercado gradualmente hasta tratar de alcanzar el estatus que tenían antes del evento.

La actividad de la capacitación ha sido afectada al igual que el resto de actividades cotidianas de las empresas, en unas más que en otras, pero sin lugar a dudas, en todas, la manera en que veníamos ofreciendo capacitación en la empresa habrá cambiado significativamente en el futuro.

La época en que buscábamos proveedores externos para cubrir las Necesidades de Capacitación detectadas previamente han pasado a un segundo término, incluso, la manera como en el pasado ofrecíamos estas herramientas se está transformando gradualmente.

Prescindir o no del área de Capacitación.

No es una sorpresa para nadie que en muchas empresas, ésta área haya desaparecido temporalmente de la nómina de la organización, sabiendo que pasarán varios meses para restablecer el ritmo normal que tenían las operaciones cotidianas de la empresa. El área de capacitación, responsable de garantizar que el personal cuente con las habilidades, conocimientos y actitudes necesarias para conseguir un buen desempeño, ha sido afectada de formas distintas.

En este momento, todos estamos ante la alerta de restablecer cuanto antes las operaciones de la organización deseando alcanzar el ritmo que teníamos antes de marzo de este año.

Las ventas se han desplomado; los pedidos de los clientes regulares se han reducido notablemente; la manera como en el pasado hacíamos negocio con nuestros clientes y proveedores ha cambiado y todos esperamos el momento en que los restaurantes, centros comerciales y cines vuelvan al ritmo normal que antes conocíamos.

Sin lugar a dudas, la competitividad de las empresas no solo habrá caído en este tiempo, y para ser honestos ¿a quién le importa en este momento la competitividad siendo que a todos lo que más nos importa es volver a la actividad?

El escenario de la capacitación en este momento.

El escenario de la capacitación tardará mucho más tiempo en volver a reactivarse por muchas razones y frente al escenario que estamos viviendo solamente nos queda la opción de adaptarnos y movernos al ritmo que exige esta crisis.

Por una parte, el despido de personal después de la pandemia dejó muchos puestos vacantes en las empresas que han cerrado temporalmente sus actividades, sumadas a aquellas que definitivamente han cerrado y como consecuencia, su personal calificado se encuentra en las calles tratando de obtener un puesto de trabajo que le proporcione una fuente de ingresos, lo que representa mano de obra calificada disponible en el mercado laboral. No importa el trabajo que sea, lo que importa es traer un salario a casa.

Basta publicar un anuncio donde se ofrezca un puesto vacante para que en un tiempo extremadamente corto nos encontremos con una cantidad sorprendente de candidatos solicitándolo, la gran mayoría sobrecalificados, que muy probablemente dejarán de laborar en la empresa en el momento en que les ofrezcan regresar a su trabajo anterior.

Naturalmente, la actividad de capacitación en la empresa ocupará menor relevancia ante la urgencia de ocupar las vacantes para echar a andar la maquinaria en el menor tiempo posible. No importa tanto cómo lo haga el nuevo personal, lo importante es encender el switch de la producción para comenzar a tener nuevamente ingresos, sin importar que el personal no haya recibido la formación básica para desempeñar un puesto para el que puede estar sobrecalificado el nuevo empleado.

¿Qué podría aportar en este momento el responsable de la capacitación?

El responsable de capacitación, si aún permanece en la empresa ¿qué podría aportar en este momento? Todo depende de la contribución que haya ofrecido en el pasado. Debo decirlo con toda honestidad, esto depende, en parte, del papel que se ha conferido al área de capacitación y el papel que el operario del puesto ha aportado por su propia iniciativa.

No existe un estándar en la industria. En mi experiencia profesional como consultor externo he atendido empresas que ven a su área de capacitación como un requisito legal para operar, sin presupuesto por asignar, sin relevancia alguna para los resultados de la empresa y sin ningún poder de propuesta o decisión.  Mientras que otras empresas, del mismo ramo y dimensiones, tienen áreas de capacitación tan estructuradas e importantes que son capaces de aportar significativamente a las utilidades de la empresa y forman parte importante de las decisiones de la Dirección General.

Sorprende esta diferencia, sobre todo tratándose de empresas que son similares y competidoras.

Este contraste en la visión de área depende en gran medida de las facultades que se confieren a capacitación, unas heredadas y otras transformadas por sus ocupantes, que han sido capaces de dar la relevancia a la actividad al grado de demostrar su trascendencia en los resultados.

El cambio que se está viviendo y el que se avecina.

Los directores de los negocios en este momento tienen por objetivo regresar al ritmo anterior y retomar el rumbo en el menor tiempo posible. Siendo así, todo gasto adicional al imprescindible para operar, deberá eliminarse, tal como ha ocurrido con la mayoría de las empresas que durante estos meses no han cerrado. Esta política continuará todo 2021, lo que significa que las áreas de capacitación que todavía existen en las empresas, no tendrán un presupuesto por ejercer este y el próximo año.

¿Qué podemos hacer ante esta situación de emergencia?

Sin duda alguna, las áreas de capacitación que sobreviven, tendrán que hacerlo sin contar con un presupuesto que les permita mejorar la competitividad del recurso humano, lo que a su vez implica trabajar con lo que se tiene.

Aquellas empresas que en el pasado eran apoyadas por externos para ofrecer nuevas habilidades al personal, tendrán que hacerlo sin consultores ni asesores.

No habrá manera de enviar al personal a tomar cursos fuera de las instalaciones y tendremos que hacerlo con lo que tenemos a la mano.

Esta situación representa una oportunidad para demostrar nuestras capacidades, habilidades y destrezas como administradores de la capacitación, permitiéndonos proyectar hacia el futuro una valiosa contribución en favor de la competitividad del negocio.

La gran pregunta es: ¿cuentas con las herramientas y recursos para elevar el nivel de contribución del área?

Independientemente de tu respuesta, si realmente lo que te apasiona y resulta tu vocación es la capacitación, tienes frente a ti una encrucijada que pocas veces en la vida se presenta: la oportunidad de surgir con una nueva visión, capaz de aportar resultados tangibles para la empresa o quedarte tal como estás ahora, esperando que tu puesto no desaparezca.

Debes hacerte de todos los recursos posibles para que seas capaz de proporcionar las nuevas habilidades, conocimientos y actitudes que están exigiendo estos tiempos. Hacerlo con recursos internos y ofrecer los mayores beneficios que puedan convertirse en eventos valiosos para quienes participan en la empresa, que los hagan capaces de producir y mejorar sus resultados eficientemente.

Pero esto no puede lograrse si no cambias primeramente tus paradigmas donde una descripción de puestos y funciones del área de capacitación limita tu capacidad de aportación. Te aseguro que la nueva perspectiva de los acontecimientos debe llevarte a edificar una visión del área de capacitación distinta, donde sea mucho más valiosa tu nueva oferta, de lo que venías proporcionando durante años de repetir actividades que pocas veces significaban resultados tangibles.

10 pasos para generar un cambio que incremente el valor del área:

Es un hecho que los años por venir no tendrás presupuesto de capacitación por aplicar, entonces ¿qué puedes hacer frente a esta realidad?

  1. Replantea la visión de tu área. ¿Qué resultados tangibles en productividad podría impulsar un proceso de capacitación? Ponte en el lugar de los directivos de la empresa y, desde esta perspectiva, plantea tu nueva propuesta de área donde tus objetivos respalden con certeza lo que ellos quieren conseguir.
  2. Si eres un apasionado de la capacitación tendrás una visión distinta a la que te ha sido impuesta durante años. Sabes muy bien que podría haber mejores resultados que los obtenidos históricamente, pero que necesitan replantearse. En tu caso ¿Cuáles serían?
  3. En base a la realidad que estamos viviendo y como aprendizaje para el futuro debes considerar que todo proceso de capacitación que se ofrezca en la empresa debe tener resultados que impacten directamente en la productividad del negocio, siendo así ¿Qué le quitarías o añadirías a tus procesos tradicionales de capacitación?
  4. Todo parte de la Visión, ¿Cómo te gustaría trabajar el área, los cursos, tus instructores, las actividades, etcétera? Básate en hechos actuales que exigen el máximo nivel de eficiencia y resultados.
  5. ¿Qué objetivos y resultados deberían poderse obtener a través de procesos de formación? Enfócate a la productividad, las ventas, los resultados que representan a la empresa ahorros o ganancias y enfócate en este objetivo.
  6. ¿Cómo convertirás los tradicionales resultados intangibles de muchos procesos de capacitación en actividades que representen ingresos y resultados a la empresa? Los cursos de Team Building son muy emocionantes y divertidos, pero si al regresar al área de trabajo los participantes regresaron a sus hábitos ¿de qué sirvió?, ¿realmente tuvo resultados tangibles? Cuestiona aquellos procesos que realmente no aportan beneficios tangibles y localiza aquellos intangibles transformándolos en beneficios económicos.
  7. ¿Qué podrías proponer sin que cueste un solo centavo para la empresa? Desde luego, tú contestarás que haciéndolo internamente, pero recuerda que hay gastos inherentes a los cursos que por lo regular no se contabilizan, como el costo que representa tener un grupo de personas encerradas en la sala de capacitación durante 8 horas.
  8. ¿Cómo podrías aprovechar las nuevas tecnologías? En este momento, tras la pandemia, muchas organizaciones contaban con recursos para la producción de materiales a distancia y cursos completos cuya inversión era realmente significativa, pero que en este momento han desplomado sus costos. Aprovecha las nuevas tecnologías a tu favor.
  9. Aprovecha la pandemia para promover la competitividad del personal en base a la autoformación. Durante años la empresa ha proporcionado capacitación a sus colaboradores, de otra forma las personas no estaban realmente interesadas en mejorar sus competencias personales por su cuenta y riesgo. Durante la pandemia y en el momento actual, todos estamos preocupados por ser más valiosos para la empresa y estamos dispuestos a prepararnos con tal de asegurar “que la fuente de trabajo siga requiriendo mi mano de obra”. En este momento tus propuestas de formación fuera de la empresa seguramente serán bienvenidas, cuando en el pasado, si no era dentro del horario de trabajo y con costo para la empresa, no estarían dispuestos a tomar capacitación. Aprovecha esta circunstancia.
  10. Capacítate tú mismo. Al igual que en el caso de los colaboradores de la empresa, a ti seguramente te ha ocurrido lo mismo que señalé en el punto nueve. ¿Qué has hecho para elevar tu nivel de competitividad como profesional de la capacitación? ¿Cuánto invertiste este año? ¿Cuánto el año pasado? Tú debes ser el primero en formarte profesionalmente e invertir en ti mismo para que, dado el momento, puedas ser el mejor candidato para afianzar tu carrera profesional y mantenerte en ascenso constante.

No dejes estas preguntas al aire y responde en papel. Te aseguro que seguir sin mejorar tus métodos de trabajo solamente te asegura permanecer exactamente como hasta el día de hoy: sin mejora alguna.


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Descubrir el talento en tu personal.

Descubrir el talento en tu personal.

El talento es algo que todas las personas tenemos cuando nacemos, pero que no todos somos capaces de descubrir y desarrollar.

Las empresas se convierten en el medio idóneo para localizar los talentos y desarrollarlos o, como en muchos casos sucede, se dejan de lado.
¿Qué se requiere para desarrollar el talento y luego de ello conservar a quien los tiene?

El momento del descubrimiento de los talentos.

Las personas somos distintas no solo por el hecho de que no existen idénticos. Influye la genética, pero no solo eso, es necesario reconocer que las experiencias de la vida nos permiten elegir nuestra forma de actuar ante diferentes circunstancias que nos rodean.

Para todos nosotros, la empresa y el trabajo representa el lugar donde dedicaremos la mayor parte de nuestra existencia. 8 de 24 horas al día serán dedicados por entero al trabajo, eso sin considerar el tiempo necesario para encaminarse al centro de trabajo y regresar a casa. En suma, el trabajo debería ser el sitio donde idealmente podríamos desarrollar todo nuestro potencial, sin embargo esta realidad no lo es para todos.

Desafortunadamente, en la mayoría de actividades empresariales, nuestro talento pocas veces está a prueba, dedicados a realizar tareas repetitivas carentes de reto y muchas veces de sentido.

¿Qué tiene que ver el talento disponible de una persona con el quehacer cotidiano de un trabajo monótono y repetitivo que se realiza una y otra vez de la misma forma? Cualquiera puede hacerlo de forma automática sin necesidad de requerir el mínimo de talento, hará falta un poco de adiestramiento, eso es todo.

Pero, cuando nos encontramos con actividades y tareas que representan reto, es precisamente cuando nuestras habilidades se ponen en juego y todas nuestras capacidades están ávidas de entrar en acción.

Un ejemplo

Propongo un ejemplo, dos empresas similares, ambas competidoras que tienen negocios de punto de venta donde laboran equipos de 4 personas promoviendo la venta de café y pastelillos.

El primero (negocio A) establece metas de ventas, capacita a su personal, les otorga sus uniformes y les entrega su descripción de puestos y funciones por realizar. Luego, los deja trabajar solos.

Al segundo (negocio B) se le establece metas de ventas, capacita a su personal, al igual que el negocio A, les entrega sus descripciones de tareas y funciones, pero les impone un reto: superar la meta establecida provocando que los clientes regresen pronto.

  • ¿En cuál de los dos considera que será posible descubrir los talentos del persona?
  • ¿En cuál considera que el personal querría laborar?
  • ¿Cuál de los dos ofrecería mayor satisfacción al personal?
  • Finalmente, ¿cuál conseguiría el mejor resultado?

Hallazgos:

No mencioné en ningún momento nada acerca de incentivar al personal económicamente. No insinué ningún tipo de gratificación ni mecanismo alguno en que la gente tendría que ponerse de acuerdo, trabajar en equipo, enviar un mismo mensaje, etc., sin embargo, ellos se mostrarán satisfechos tan solo por participar.

Crear una estrategia de este tipo requiere un proceso ordenado y sistemático. El ejemplo solamente sirve para demostrar que el talento existe, pero hace falta un detonante para que surja.

Todas las empresas tienen personal con talento,  pero no todas ellas cuentan con mecanismos que les permita hacerlo evidente.

El reto es uno de los elementos más poderosos, que nos permiten descubrir los talentos de las personas, pero no es el único mecanismo para hacerlo surgir, sin embargo situaciones como la del ejemplo puede llevarnos a decidir por elegir a una persona por encima de otra en razón de sus talentos demostrados. Esta es solamente una de las formas como puede manifestarse el talento, pero no es la única.

En conclusión.

¿Qué mecanismos podrían instalarse en tu empresa?, ¿en tu área?, ¿en tu actividad?

En tu papel de líder solo a ti corresponde descubrir todo el potencial de tu personal.

Tu gente posee talento que no ha explotado.

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Desarrollar el talento de tus colaboradores siempre será tu mejor inversión. El personal es el dueño de sus procesos y son capaces de beneficiar la productividad de cualquier negocio.

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El poder de la anticipación, el uso de la lógica y el sentido común en los negocios.

El poder de la anticipación, el uso de la lógica y el sentido común en los negocios.

En el mundo de los negocios es común encontrar líderes que toman decisiones respecto al rumbo de sus empresas basados en su lógica, el sentido común y su poder de anticipación a los eventos por venir.
Por otra parte, otra gran cantidad de líderes, también dueños de sus propias empresas, basan sus decisiones en sus conocimientos, recomendaciones de asesores, información estratégica y estudios avanzados de economía y finanzas. En ambos casos es posible encontrar empresas exitosas que son encabezados por ambos.

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